martes, 5 de abril de 2022

 

ENTREVISTA CON CECILIA SÁNCHEZ GUERRERO
por Ines Mora Herna


Cecilia Sánchez Guerrero, es una mujer madura que, esta en el momento preciso de la glorificación de ser quien es, atesora sus triunfos y fracasos. Acaricia sus sueños lanzando sus pesadillas al olvido, ya que en su camino ha derramado muchas lágrimas, pero también alegrías.
Tiene los años necesarios para vivir libre y sin temores, con la esperanza a cuestas y la fuerza de sus anhelos para continuar haciendo lo que quiere en este mundo ordinario.

MCS: Hola Ceci comenzaré esta entrevista preguntándote ¿En dónde naciste?

CSG: Nací hace 85 años en Pachuquilla, en aquellos tiempos un pueblo casi olvidado cerca de la ciudad de Pachuca, en el estado de Hidalgo.

MCS: ¿Al ser hija única como fue tu infancia?

CSG: Cuando aún era una bebé debe haber sido desoladora, hija de una madre soltera que tuvo que trabajar y dejarme al cuidado de mi abuela, una buena mujer, que no sabía leer y que vivía en extrema pobreza.

MCS: Platícame un poco como fue la relación que tenias con tu madre. ¿Y ella que lugar ocupo en tu vida?

CSG: A pesar del abandono de mi padre, para mi madre fui la fuerza que sacó de sí misma con la que se enfrentó a la vida. Para mí fue y seguirá siendo una fuente de amor y de ternura inagotables, me protegió como una loba. Trabajó durante mucho tiempo en diferentes casas, con la inocente intención de salvarme del hambre y la ignorancia que a ella le había tocado vivir. Después de algunas vicisitudes, tuvo la fortuna de encontrar trabajo en la casa de un médico de gran prestigio en la ciudad de Pachuca. Su esposa se enteró que su nueva recamarera era una madre soltera que añoraba estar cerca de su pequeña hija, por lo que prometió aceptarla con su niña, siempre y cuando su esposo, el Doctor, no se enterara, lo que resultó realmente imposible. La pequeña de dos años fue la alegría de la hija mayor del matrimonio, que entonces contaba con ocho años de edad y una hermana de cinco. Un pequeño e inesperado accidente fue la causa del explosivo llanto de la niña de dos años y de su incondicional protectora, la hija mayor, por lo que al escuchar el lacrimoso concierto apareció el Doctor como por arte de magia, a partir de entonces la pequeña intrusa de dos años o sea yo, pasó a formar parte de esa generosa familia, a pesar de que el Doctor no quería saber nada de infantes ajenos, pues la niña de la cocinera se había ahogado recientemente en la alberca de la casa.

MCS: Al vivir en la ciudad de México, que se considera un lugar machista y con pocas oportunidades para las mujeres, ¿cómo fue tu educación y qué tipo de obstáculos enfrentaste para salir adelante?

CSG: De pequeña asistí a la misma escuela particular de las dos hijas del matrimonio. Desafortunadamente el Doctor falleció cuando yo cursaba el 2do. grado de primaria. Fueron las primeras pérdidas muy significativas, que en aquel entonces me fue difícil asimilar. En principio la ausencia del Doctor, que no solo me aceptó, sino que me prodigó ternura y disciplina.
Dejamos Pachuca para venir a vivir a la ciudad de México. Fue una larga etapa de pérdidas y ganancias, mi madre continúo trabajando con la generosa familia. Al terminar la primaria en una escuela oficial, mi destino fue una escuela comercial, nunca me preguntaron nada al respecto, mi opinión no importaba. A los 15 años empecé a trabajar como secretaria, tuve muchos tropiezos, pero también algunos logros. A través del tiempo he aprendido a agradecer y guardar en mi mente solo los sentimientos de gratitud, las amarguras se las ha llevado el viento.

MCS: Eres una persona que ha leído mucho ¿Cuál fue el primer libro que te impacto y por qué?

CSG: No recuerdo exactamente el primer libro, pero sí Los tres mosqueteros, de Alejandro Dumas, que me transportaron a un mundo de aventuras y no solo eso, aprendí algo de la historia de Francia.

MCS: ¿Quién es tu escritora o escritor favorito?

CSG: Hace algunos años leí Las memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, una escritora maravillosa, he leído casi todos sus libros, pero también admiro a Saramago, Paul Auster, en fin, son varios mis escritores favoritos.

MCS: ¿Cómo fueron tus comienzos en la escritura?

CSG: Bueno, en realidad no he logrado gran cosa en el campo de la escritura, desde muy joven me gustaba escribir y observar el mundo que me rodeaba, me era difícil expresar verbalmente mis sentimientos y emociones, la escritura era un desahogo, nada importante, estados de ánimo y de repente un cuento corto o algún relato.


MCS: ¿Qué es lo que te motivo a escribir tu libro Espejos?

CSG: Estaba a punto de cumplir 80 años de vida, tenía y sigo teniendo una vida plena… dos hijos maravillosos, una nieta encantadora y pocas, pero entrañables amistades. Me invadió la necesidad de hacer algo para mi importante, así que comenté con una querida amiga que me gustaría editar un libro con los cuentos escritos en algunos talleres y otros por la vía libre, ¡me dijo -Va! Yo te ayudo-, así que le envié todos los cuentos, y como una excelente diseñadora gráfica, se encargó de todo, así fue como con su valiosa ayuda parí a mi tercer hijo, Espejos.

MCS: ¿Cómo hiciste la selección de los cuentos y narraciones para tu libro y por qué decidiste publicarlo?

CSG: De la selección se encargó mi amiga, en cuanto a la decisión de editarlo, solo me movió el hecho de compartir algo, repito, para mi importante, con mi familia, mis amistades y con quien se dejará.

MCS: En tu cuento las cicatrices del alma, abordas el tema del maltrato y el abandono de un niño de seis años, pero que su perseverancia lo convierte en domador en un circo donde conoce el amor al lado de Escipión, un león africano. ¿Para ti qué es el amor y que cicatrices a lo largo de tu vida te han quedado y que has hecho para curarlas?

CSG: Para mí el amor es muy importante, y no me refiero a lo sexual, porque el amor es infinito. Para mí el amor y el respeto van juntos.
Por otra parte, el amor no me ha dejado cicatrices, pero aprendí que los seres humanos no somos objetos para apropiarnos de ellos, somos seres que sufren constantes metamorfosis; en la vida de pareja se descubren los lados oscuros de cada uno, si no hay forma de iluminarlos lo mejor es la separación temprana sin agresiones que indudablemente dejaran cicatrices no solo físicas, sino también en el yo interno, muy difíciles de borrar si no se busca la ayuda adecuada.

MCS: ¿Que tipo de reflexión quisiste trasmitir a las mujeres al escribir tu cuento espejos?

CSG: No tenía ninguna pretensión, solo me movía la idea de hacer un humilde homenaje a las mujeres invisibles.

MCS: Para Cecilia, la mujer ¿Cuáles son sus sueños y de qué color son?

CSG: Sería maravilloso que la violencia de cualquier índole no existiera, que los seres humanos fuéramos amorosos y respetuosos tanto entre unos y otros como con nuestro entorno.

Mis sueños son del color del cielo.

Algo que quieras agregar.

Mi agradecimiento a ti, querida Inés y desearte mucho éxito en todo lo que emprendas.
 
Pienso que ya he dicho lo que tenía que decir.

MCS: Por último, quisiera que nos compartieras una frase de tu autoría.

“Sumérgete en el suave vaivén de los ensueños y déjate atrapar por uno de ellos”, no sé si es de mi autoría, pero es lo que en este momento llegó a mi mente.


Queridos lectores les recomiendo lean el libro “Espejos” ya que la autora con sus cuentos y narraciones nos lleva al centro histórico, recorriendo el vagón de mujeres un sábado por la mañana para hacer un pacto entre amigas en busca de la libertad, el sueño de muchos.


2 comentarios:

  1. Toda mi admiracion a esta gran mujer que me honra con su amistad. Cecy recibe todo mi cariño, eres una guía importante es mi vida gracias por tu amistad.

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  2. Un placer leer la entrevista y más el libro. Muchas gracias 😊

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